ARTÍCULO: EDUARDO BUSTAMANTE
En sus páginas finales, To Your Eternity da un salto inesperado al mundo moderno, donde Fushi, tras siglos de existencia y aislamiento, despierta para encontrarse con una civilización que ha crecido bajo su sombra. Las ciudades son nuevas, la tecnología ha avanzado, pero algo falta: el calor de los vínculos humanos que lo transformaron en quien es.
Aunque el peligro de los Nokkers ha desaparecido, el vacío emocional que lo rodea es el verdadero enemigo. En un giro cargado de emoción (y sí, algo de fantasía), viejos rostros vuelven a cruzarse en su camino, no como simples recuerdos, sino como piezas clave para que Fushi redescubra lo que significa ser.
🔄 Un ciclo que se cierra… con esperanza
El final no apuesta por el dramatismo exagerado ni grandes batallas. En cambio, ofrece un cierre sereno y profundo, donde Fushi comprende que incluso la eternidad tiene un propósito: preservar la memoria de los que ya no están y dar paso a nuevas vidas. No se trata de ganar, sino de aceptar, sanar… y continuar.
🧠 Una obra que se queda contigo
Puede que no todos los lectores coincidan sobre cada detalle del cierre, pero pocos negarían que Yoshitoki Ōima supo despedirse con coherencia y corazón. El viaje de Fushi termina donde muchos no esperaban, pero de una forma que resuena con quienes siguieron su evolución desde aquella primera piedra, perro y niño.
💭 To Your Eternity no cierra una historia. Abre una conversación eterna sobre lo humano en lo inmortal.